martes, 15 de febrero de 2022

ESIC

 



PRESENTACIÓN ESIC

 

ARGUMENTO

 


Fabiana Chirino O.

 

El Espacio de Investigación Clínica  ESIC, es un espacio bisagra, que aloja a estudiantes, egresados y profesionales de las distintas disciplinas de las ciencias sociales, interesados en el psicoanálisis de orientación lacaniana. Es un espacio de trabajo de APEL Santa Cruz sobre aspectos de la clínica psicoanalítica, en términos de investigación, externo al ámbito universitario.

 

En la universidad el psicoanálisis tiene su lugar, como disciplina que aborda la subjetividad, los padecimientos subjetivos y propone una intervención desde una práctica y ética. Así mismo los psicoanalistas en Santa cruz, tienen lugar en las universidades desde donde transmiten aspectos epistémicos y clínicos del psicoanálisis de la orientación lacaniana.

 

Sin embargo, el saber del que se trata en la universidad, en el discurso universitario, es un saber cerrado, incompleto porque siempre se puede saber algo más, pero cerrado, porque se asienta en S1 Significantes amo de la teoría, “Freud Dixiy”, “Lacan Dixit”. Saber que además es transmitido por el docente desde el lugar de un gran Otro, mientras que los estudiantes reciben este saber y lo reproducen, más o menos fielmente.

 

En el campo académico la investigación tiene su lugar, uno privilegiado. Se plantea en términos de preguntas, que conduce a la búsqueda de respuestas en los datos provenientes de la realidad, y a verificar hipótesis formuladas a priori.

 

Al respecto, Lacan, siguiendo a Picasso, decía “yo no busco, encuentro”, aludiendo su posición respecto al discurso científico, que se dedica a encontrar lo que ya sabía que estaba allí,

 

“Quisiera, desde ahora, evitar un malentendido. Se me dirá: de todas maneras, el psicoanálisis es una investigación. Pues bien, permítaseme enunciar, incluso para los poderes públicos, para quienes este término de investigación, desde hace algún tiempo, parece servir de schibbolet, de pretexto para unas cuantas cosas, que no me fío de dicho término. En lo que a mí respecta, nunca me he considerado un investigador. Como dijo una vez Picasso, para gran escándalo de quienes lo rodeaban: no busco, encuentro.

Por lo demás, en el campo de la investigación llamada científica hay dos dominios perfectamente deslindables: el dominio donde se busca y el dominio donde se encuentra” (Lacan, 1964 (1987), pág. 15)[i]

Lacan subvierte esta relación con el saber, y apunta a dejarse sorprender, por el encuentro de lo que desconocía.

 

El ESIC, propone seguir esta orientación, dejarnos sorprender, por la lectura de distintos temas que atañen a la clínica psicoanalítica, por lo que surja en la conversación con otros, en el encuentro con la clínica, en los intercambios con los analistas invitados.

 

Es un espacio no universitario, extrauniversitario, que aloja las transferencias generadas en el encuentro de los estudiantes con el psicoanálisis y con docentes analistas analizantes, que supieron transmitir algo más que contenidos y conceptos, eso es, un deseo que deja huellas, que no cierra, sino que abre al deseo propio, respecto del saber.

 

Eso es el ESIC, que tiene una estructura y un funcionamiento, lo suficientemente flexible para alojar la invención, lo nuevo y el encuentro. Rigurosos en el trabajo, flexibles frente a las contingencias de la experiencia.

 

Se trabajará bajo la modalidad de temas, los cuales se elaborarán en tres encuentros, dos epistémicos de investigación y otro de trabajo con los invitados, analistas de las distintas escuelas de la AMP, que vienen investigando sobre el tema y cuyo trabajo se plasma en publicaciones.

 

El trabajo de estos temas, se organizará por equipos quienes se encargarán de la definición de los contenidos de trabajo, la bibliografía, la convocatoria del invitado y la difusión de la actividad.

 

 


 



[i] Lacan, J. (1964) “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis” en El Seminario de Jacques Lacan. Libro 11. Buenos Aires. Paidós. 1987.












sábado, 18 de diciembre de 2021

Actividad de Biblioteca

 Bitácora . Efectos de formación, una experiencia…

Para una Noche de Biblioteca en Santa Cruz.

Laura Arciniegas S.

 

Agradezco en primer lugar esta invitación que acepte con mucho gusto, toda vez que se trata de compartir con ustedes una experiencia. Mas que la presentación teórica de un texto, que ustedes seguramente van a poder degustar tramo a tramo, y cuya presentación se hará proximamente en toda NEL, se trata, de compartir hoy, lo que ha sido mi experiencia de formar parte del Comité Editorial de la Revista de Psicoanálisis de la Nueva Escuela Lacaniana, BITACORA LACANIANA desde el 2018, lo que corresponde a la número 8 titulada Formación del analista y la número 9 titulada Contingencia e invención, repensando la experiencia. La número 10 esta en preparación. El comité tiene a su cargo, junto con el director de la publicación y la directora responsable, que es tambien la presidenta de la NEL, de sacar adelante año tras año, este proyecto. El primer Comité editorial, con el que tuve el gusto y la alegría de trabajar estuvo conformado por Susana Dicker, Merdeces Iglesias, Heidi Gehler y Adolfo Ruiz, su director. Marcela Almanza como directora responsable. Ahora, del 2021 al 2023, trabajo junto con otros colegas, Joaquin Carrasco, Giancarla Antezana, Jessica Jara y Gloria Gonzalez, como su actual directora. Raquel Cors, responsable de la misma.

¿Que efectos de enseñanza deja esta experiencia? es la pregunta con la que Liliana Bosia, me hizo gentil y calurosamente la invitación. Experiencia, enseñanzas…

Comenzaré diciendo que la revista recoje el movimiento, la vida misma de la Escuela, así, bajo una política del No-todo, ella da cuenta de los acontecimientos, momentos, hitos, giros, elaboraciones que en estos años, hemos vivido. Los miembros de la NEL, como tambien colegas de otras escuelas, que nos han acompañado en diferentes momentos y espacios, tienen aquí voz.

Saben ustedes lo que es una Bitácora: por un lado, un cajón o un lugar fijo a la cubierta del barco, cercano al timón, en que se pone la brújula, la que sirve de orientación en los viajes. De otra parte, es también el cuaderno de anotaciones donde se registran los datos mas importnates de un proyecto o un trabajo, durante la navegación. Registran el proceso, el viaje, sus rutas, tempestades, ataques, travesias. Leo en nuestra Bitácora algo de ello. Una brújula, una orientación, pero también el registro de un viaje, cada vez, año tras año, con sus rutas, sus tormentas, puertos…Toda una experiencia, en nuestro caso de Escuela.

La Bitacora No. 8 titulada La formación del analista, recogió entre otros, las I enseñanzas del Pase,  realizadas en Bogotá, sin duda un momento crucial de nuestro transitar, donde los testimonios de tres colegas de la NEL, conmovieron a la Escuela, a la NEL a cada uno de los que allí estuvimos. María Cristina Giraldo, Alejandro Reinoso y Raquel Cors. Una conversación sobre Política y Escuela Una que conto con la presencia de Angelina Harari, presidenta de la AMP y Anna Aromi, secretaria del pase de la AMP fueron determinantes.

Así, el pase, en la NEL, a mi modo de ver, vino a zanjar un agujero, en la vida de nuestra Escuela. Es una lectura propia, por supuesto, pero puede leerse, en lo que allí se recoje como letra viva, todo un movimiento. Una interpretación que pudo entonces escucharse, verdaderamente, y que vino de la voz de la presidente de la AMP y de la secretaria del pase, sobre la función del Consejo Federativo y la forma en que funcionabamos, abrieron la posibilidad a otro momento, que llamaré de cambio.

Por supuesto la revista acoge esto, así como el lugar de los diferentes dispositivos de Escuela: el cartel, la política, las conversaciones, el seminario de la NEL con sus tres espacios: Seminario de formacion, de textos políticos y la investigación de la práctica analítica.

Al poco tiempo, nos sorprendió un momento inédito: la pandemia que se tomo al mundo entero, y con ello la contingencia que requirió y requiere de nuestra invención. Pero también ha sido, a mi modo de ver toda una puesta a prueba, de nuestra propia formación. Efectivamente, entramos en un momento de ver, apenas si entendíamos que pasaba. Pero seguíamos trabajando, seguimos encontrándonos, y por la vía de la invención, trabajamos con lo que era posible. Fué asi también con la revista.

El título de este número 9 intenta dar cuenta de ello: CONTINGENCIA E INVENCION, repensando la experiencia. Recuerdo incluso la buena y enseñante discusión que se generó en torno del título mismo que requeriamos. ¿Como darle lugar a la contingencia que viviamos sin ceder ante los significantes amo que se nos imponian e imponen aún en estos momentos?

Se trata primero de darle lugar a la contingencia, que trastoco nuestra vida, nuestra práctica, nuestro trabajo en la Escuela, nuestros encuentros, nuestras jornadas… entendí, que la invención no era posible sin primero consentir a lo que la pandemia nos hacia perder. Para ello la presencia del deseo del analista, ha jugado un lugar central. El lugar y el lazo posible para cada uno. No estaba dado. Teníamos algunas cosas, es cierto, pero hubo que hacer con ello.

Me enseña que no retroceder frente a los embates del momento, de la civilización, se anuda profundamente a la formación del analista. No es sin ella. Seguir orientándonos por los principios del psicoanálisis, aún en la practica por la via virtual, que hemos tenido que llevar a cabo, considerando las particularidades del uno por uno. Dar cuenta de ello, es un asunto central. ¿Que es posible? ¿Y que no?

Me enseña, que sostener el acto, aún en las circunstancias mas disimiles e inverosímiles, es posible, si hacemos presente el deseo que nos anima. Logramos sostener espacios para encontranos y en los cuales hacer circular la palabra, esa que se interrumpio en la línea del tiempo, que nos saco de nuestras rutinas,  pero que a la vez, nos forzó, a intentar, una vez más, pensar sobre lo que hoy nos toca y concierne.

Como analistas hemos hecho una elección, una elección orientada por la ética de las consecuencias, y no por las buenas intensiones. Eso incluye una manera de hacer con las identificaciones, puestas en tensión en la entrada misma del análisis, en tanto se apunta a  reducirlas, deshacerlas -especialmente las mortificantes- y conlleva una manera de arreglárselas un poco  mejor con el propio goce, lo que permitiría, -sea dicho-,  soportar mejor el del otro. Entonces, primero, que haya analista, para que orientado por lo real se enfoque en la política del síntoma.

Estas páginas dan cuenta de ello, letra viva, insisto. Las dificultades, las invenciones, las posibilidades que se cierran y las que se abren. Pero el trabajo no paró. No cedimos a ello. Al contrario, en lo que puedo conversar con colegas, la consulta, los pedidos se han incrementado y muchos encuentros, seminarios, conversaciones, también. Nuevas posibilidaddes se abrieron a la par. Incluso poder estar y participar de espacios de otras Escuelas, en otros continentes se ha hecho posible. Aún así, añoramos, requerimos, del encuentro de los cuerpos.

Política, experiencia de escuela, pase, el seminario de la NEL, con sus aristas, sobre politica, practica, formación, recorren esta edición. No todo, pero sin duda lo más representativo, donde se puede leer como han ido tomando cuerpo los diferentes dispositivos de Escuela al interior de ella. Las voces de colegas de otras escuelas tambien están presentes, pero toma especial relevancia la voz misma de miembros de la NEL. Hacer parte de ese movimiento, con sus dificultades, porque no es sin ello, me alegra, me anima a seguir haciendo parte de esta experiencia, única, que es hacer escuela.

Un nuevo lazo, es la apuesta del discurso analítico, un lazo inédito que surge de haber llevado el análisis hasta su final o lo más lejos posible. Ello abre a nuevas posibilidades, ya sea en la práctica, en la enseñanza, con la Escuela, con la ciudad. Nuevo anudamiento entre interior y exterior, entre formación del psicoanalista y acción y aplicación del psicoanálisis, con cuyo deseo, un analista puede operar.

El trabajo continua, y un Recomenzar, ya está, ya se siente en el nuevo número que empieza a tomar forma. Nuevos estatutos, nueva configuración de la NEL, cambios, movimientos, acontecimientos, que no han dejado de producirse en un mundo y una civilización, que no es la de antes. Aun estamos en tiempos de comprender, lo que esta contingencia ha implicado para el mundo, para la civilización, para nuestra práctica. Pues nuestra acción no es sin la subjetividad de la época. Por ello, como solemos decir, no hay extensión sin intensión. El psicoanálisis, su ética, su bien decir, nos causa, nos anuda y nos invita hoy a hacer una apuesta mayor para hacer un aporte, ante las complejas problemáticas y por supuesto ante el sufrimiento que hoy toma nuevas formas. Bien, los invito a leer, vivamente entre lineas la letra que aquí se escribe, ¡cada vez!.

 

domingo, 12 de diciembre de 2021

 






Inconsciente, política y transferencia

Judith Serrano Serrano

 

Lacan en mayo de 1967 pronuncia la frase: “Freud ha escrito ´la anatomía es el destino´, habrá quizás un momento en que se dirá, no digo la política es el inconsciente, simplemente: el inconsciente es la política”. [1]

 

¿Cómo vincular estos dos significantes? Hasta podríamos pensar que son opuestos, tomando en cuenta que la política se mueve a partir de identificaciones y  universalidades, mientras que la ética del psicoanálisis apunta al develamiento o caída de estos. Por su parte, Lacan en esta afirmación está haciendo referencia a una conexión, a una consecuencia, a la interdependencia entre el inconsciente y la política.

 

La política entendida como las relaciones fruto de la convivencia, son lazos y acciones que comparten los sujetos en un todo, pero sin dejar de ser partes, piezas únicas e irrepetibles que al igual que en un rompecabezas las diferencias las mantienen unidas. En este sentido, los sujetos se entrelazan y coexisten a partir de un discurso, a través del cual son hablados y hablantes. Ya que es la palabra la que da origen al Otro, el Otro es la política, en tanto es la imagen de lo social. Pero no olvidemos que el “Otro” no existe, de ahí que, para poder creer en él, es necesario construirlo.

 

Justamente a esto se refiere Lacan con su frase “el inconsciente es la política”, ya que la construcción de este Otro estará determinada por el inconsciente de cada uno,  al igual que  la modalidad de lazo que se establezca con este Otro social, lo cual responde a la modalidad de goce singular y al síntoma de cada uno.

 

Así como la banda de moebius, donde no es posible diferenciar lo que es externo de lo interno. Aquí también se trata de una relación indisoluble, entre el inconsciente y la política, partiendo del aforismo de que, todo lo colectivo es individual y todo lo individual, es colectivo.

 

Dentro de la clínica psicoanalítica  concurren tanto el sujeto del inconsciente como el Otro de la política, del cual el mismo psicoanalista es parte, como es mencionado por Marcela Almanza en ocasión de la IV CONVERSACION CLÍNICA DE LA NEL: PRESENCIA DEL ANALISTA: “… en el Seminario 11 Lacan plantea que la presencia del analista es una manifestación del Inconsciente. Para entender esta afirmación, es necesario articularla a otra en la que sostiene que la trasferencia es la puesta en acto de la realidad del Inconsciente en tanto esta es la realidad sexual[2]. Presencia que podrá ser verificada a partir de los efectos del acto analítico.

 

Es justamente el trabajo en transferencia el que permitirá ubicar esos significantes amos que atraviesan la historia de cada sujeto y al mismo tiempo sirven de brújula para analizar la subjetividad de la época, como fue señalado por Lacan: Pues ¿cómo podría hacer de su ser el eje de tantas vidas aquel que no supiese nada de la dialéctica que lo lanza con esas vidas en un movimiento simbólico?” ³

 

La política es atravesada por cada uno y uno a uno, atravesamos por la política, incluyendo nuestra Escuela, que a decir de Angelina Harari, el psicoanálisis se encuentra presente en el campo de lo político gracias a la institución de la Escuela de Lacan, destinada a la formación colectiva a partir de la suma de “soledades subjetivas”.



[1] Conferencia pronunciada en Milán el 12 de mayo de 2002, retomada por Jacques-Alain Miller para su curso “La orientación Lacaniana. Un esfuerzo de poesía”, en París, y publicada bajo el título “Intuiciones milanesas”, en dos partes, en Mental N° 11 y 12.

2 Cuadernos del INES N° 14, “IV Conversación Clínica de la NEL: Presencia del Analista”. Grama Ediciones, Lima, 2019, p. 72.

³ Lacan, J., “Función y campo de la palabra y el lenguaje” en Escritos 1, Siglo Veintiuno Editores, Bs. As., 1988, p. 309.

⁴ Bitácora Lacaniana N° 7. “La Experiencia de Escuela”. Grama Ediciones,  Bs. As., 2018, p.31.

lunes, 6 de diciembre de 2021

 SUEÑO, DEFENSA Y DESPERTAR*

 

Fabiana Chirino O.

 

 

En el cuento Ruinas Circulares, Jorge Luis Borges narra el sueño de un hombre, que en el acto de soñar crea lo soñado. Es el hacedor, que emprende la tarea de crear un hombre, fibra por fibra, cada componente de un cuerpo que luego cobrará vida “quería soñar un hombre: quería soñarlo con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad”, escribe Borges. “Noche tras noche, el hombre lo soñaba dormido”[i].

 

Cuando finalmente “en el sueño del hombre que soñaba, el soñado se despertó”, el soñador se resistió a dejar ir a su creación, pues temía que el fuego develara que su hijo no era un hombre, sino “la proyección del sueño de otro hombre. ¡qué humillación incomparable, qué vértigo!”. Sin embargo, cuando el temido incendio ocurrió, el soñador “Caminó contra los jirones de fuego. Éstos no mordieron su carne, éstos lo acariciaron y lo inundaron sin calor y sin combustión”, dándose cuenta de que “él también era una apariencia, que otro estaba soñándolo”. Eso, finalmente lo despertó.

 

Ruinas circulares, nos permite localizar la circularidad entre sueño y vigilia, de donde solo se puede salir a partir del despertar. Eric Laurent, ubica la oposición entre sueño y despertar como natural y casi biológica en Freud, sin embargo, Lacan subvierte “la evidencia del límite entre la vigilia y el dormir para despertarnos, a nosotros sus lectores, a otra cosa[ii]. Un despertar vinculado a lo real, que es lo que conmueve esta circularidad.

 

El sueño teje una trama simbólica e imaginaria, constituyéndose en un semblante que opera como defensa frente a lo real. Miller en “La experiencia de lo real en la cura analítica”, distingue la dimensión del semblante, donde se articula lo simbólico y lo imaginario, se representa el deseo y se articula una verdad, de la dimensión de lo real donde “no hay un saber”, pues lo real “escapa a la significantización, a la Aufhebung significante y que precisamente la Aufhebung fálica, deja de lado”[iii]. Por tanto, el sueño en su dimensión de semblante, “se inscribe allí, donde en lo real no hay saber”[iv].  

 

En el sueño, de un lado se encuentra la defensa, la dimensión de sentido, “el aparato mismo de significante – significado, que no es más que semblante en relación con lo real”[v], y por otro, la dimensión de lo real, que escapa al sentido, a la significación y que, por lo mismo, sorprende y despierta. Esto nos conducirá a su dimensión interpretativa, al punto no simbolizable, llamado por Freud, el ombligo del sueño.

 

A esta dimensión apunta la última enseñanza de Lacan, con la noción de inconsciente real, para decir que no se trata ya de la interpretación de sentido, sino del uso del sueño. Ya que alimentar el sentido por la vía de la interpretación, conduce a la repetición y circularidad, a un despertar para seguir soñando. Esta perspectiva, señala Miller, plantea que el psicoanálisis “o explota las relaciones del significante y el significado que no valen más que como semblantes respecto de lo real, o bien el psicoanálisis es una excepción capaz de perturbar la defensa contra lo real”[vi]. Indicando a la vez que perturbar la defensa es la “matriz misma de la operación analítica” [vii].

 

Sin embargo, estas dos dimensiones y funciones del sueño tendrán en la práctica clínica su lugar y su tiempo. En primer lugar, será necesario pasar por el camino de la lógica y del sentido, que implica “acompañar al analizante, autorizarlo a destapar todas las asociaciones posibles sobre un sueño” [viii], para en un segundo momento, conducirlo a un punto fuera de sentido. En esta perspectiva el sueño se convierte en instrumento del despertar”.

 

Ruinas circulares, muestra el punto de engaño de la trama de sentido. Allí ubicamos la dimensión del sueño como índice de verdad, pues la trama simbólica algo de la verdad inconsciente y del goce del sujeto, transporta. Sin embargo, el sueño ubica un índice de un real, “cuando lo real atraviesa la pantalla del sueño y aparece la angustia como signo de lo real”[ix], de una satisfacción que no cesa de no inscribirse, que permanece oscura, sin sentido, sin referencia al Otro y que está del lado del inconsciente real.

 

Permanecer en la vertiente de la verdad y su interpretación, conduciría a que el analista como el soñador soñado de Borges, quede atrapado en la circularidad del sueño, ya que como Marie Helene Brousse ubica, el analista podía ser el soñador[x].

 

Para Lacan, el sueño interpreta, esa es su dimensión de índice de real, su lado “ombligo”. Aquel que “interpreta el traumatismo inaugural”, dirá Marie Helene Brousse. El ombligo, es “un agujero en el saber, un agujero que resuena y produce ondas”[xi], los que tiene efectos en el cuerpo. Será lo que toca el cuerpo, lo real, lo que finalmente, despierta.

 

*Texto producto del Cartel “Sueño, Índice de Verdad o Índice de real” orientado hacia el XII Congreso de la AMP. Cartel conformado por Maite Russi, Denisse Ramírez, Andrés Alamo, Fabián Gómez, y Fabiana Chirino (Más Uno). El texto fue presentado en las Jornadas de Carteles de la Delegación Nel La Habana, “Bricolage…acerca de los sueños y sus usos” realizadas el 5 de Junio de 2020

 

 

Citas                 



[ii] Laurent, E., “El despertar de un sueño o el esp de un sue. Blog de la Asociación Mundial de Psicoanálisis”, http://uqbarwapol.com/el-despertar-del-sueno-o-el-esp-de-un-sue-eric-laurent-ecf/

[iii] Miller, J. A. Lo real en la experiencia de la cura, Paidós, Buenos Aires, 2018. p. 31

[iv] Idem

[v] Ibíd., p. 32

[vi] Ibíd., p. 34

[vii] Idem

[viii] Laurent, E., “El despertar de un sueño o el esp de un sue”. Blog de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, http://uqbarwapol.com/el-despertar-del-sueno-o-el-esp-de-un-sue-eric-laurent-ecf/

[ix] Fuentes, A. “Vaivén”. Paper 4. Sueño, Real, Verdad, https://congresoamp2020.com/es/el-tema/papers/papers_004.pdf, p. 22.

[x] Brousse, M. H. El artificio, reverso de la ficción. ¿Qué hay de nuevo sobre el sueño 120 años después?”. Textos de Orientación Congreso de la AMPhttps://congresoamp2020.com/es/articulos.php?sec=el-tema&sub=textos-de-orientacion&file=el-tema/textos-de-orientacion/19-09-11_el-artificio-reverso-de-la-ficcion.html.

[xi] ídem

e

martes, 9 de noviembre de 2021

Biblioteca

 

Las publicaciones en la Escuela, entre el acontecimiento y el acto. *

Alejandra Hornos**

 

Lo que acontece…

La propuesta con la que la Liliana Bosia, responsable de la Biblioteca de APEL Santa Cruz, cursó esta invitación, es la de poder transmitir algo de la enseñanza que deja una experiencia: la de integrar durante esta gestión, el directorio de Factor a, Junto a su directora responsable, Raquel Cors, y Gabriela Urriolagoitia, quien es también directora de publicación. Una función que está habitada por primera vez por una dupla, y en la medida que el trabajo avanza, ubico esta novedad como un afortunado acierto. La necesidad de dialectizar la experiencia de la renovación de Factor a, se constituye en un desafío en el que la especificidad de esta publicación: por un lado lo virtual y por otro, ser referente de la Acción Lacaniana, requiere no desbrujularse.

En esta experiencia nos acompañan dos asesoras externas, un Comité Editorial, un Comité de Difusión y corresponsales por cada país. Un Staff pensado bajo los lineamientos de una orientación política que permite construir y sostener un trabajo en transferencia, para propiciar una experiencia de Escuela. El nuevo formato y estructura de la revista, promueve el lazo al interior de nuestra comunidad, así como con los otros discursos circulantes. En lo que va del año hemos trabajado en el rediseño de la revista con sus nuevas secciones, su identidad, su línea editorial y la creación de su marco virtual.

Actualmente, orientadas por: Que todo comience sin ser destruido para ser llevado a un nivel superior”, momento previo a la publicación del próximo número, estamos en una etapa de recuperación de los preciosos y precisos textos, de los cuatro números anteriores de la revista para socializarlos en las redes propias de Factor a.

 

De los tiempos lógicos de publicar

Cuando hace tiempo leí que Jacques-Alain Miller, en su Teoría de Turín, señaló que la vida de una Escuela está para ser interpretada analíticamente y que sabemos de su existencia por sus acontecimientos, señaló allí con precisión, a sus publicaciones como uno de esos acontecimientos. Fue entonces que pude situar con sorpresa, algo de la dimensión política de la publicación. Un acontecimiento, que pudiendo también constituirse en acto, permite ubicar la posición exacta en el proceso de formación y permanencia de una Escuela.

Un recorrido en la historia de las Publicaciones de y en la NEL, aporta elementos valiosos para precisar movimientos subjetivos y sus efectos al interior de la misma.  Este ha sido también un disparador, para empezar a pensar la publicación en el ámbito local más allá de la “publicación en sí”.

Si bien cuando la NEL se creó, Jacques Alain Miller, su presidente, incluyó dentro de los diez comunicados elaborados un cuarto, referido a “las publicaciones electrónicas e impresas”; en los primeros años de la NEL sus publicaciones que alojaron algo del decir del “tempo subjetivo” de la Escuela, fueron virtuales. Fue recién, en el acontecimiento de la celebración de los diez años de la Escuela (2012), que tuvo lugar la publicación impresa de Bitácora Lacaniana. Esta fue una primera vez que tuvo valor de acto, marcando un antes y un después en la creación de un dispositivo de Escuela que, a modo de los cuadernos de bitácora, contiene la producción escrita de sus miembros en enlace con autores de la Escuela Una. María Hortensia Cárdenas —quien dirigió su Comité editorial los primeros años— refirió que este fue un momento de comenzar a pensar más allá de la publicación en sí, se trató de pensar en la arista política que una publicación implica. Fue entonces, que la acción de publicar se orientó por una política editorial en consonancia con la política de la Escuela, pensando la presencia de la NEL en el “país del psicoanálisis”.

Coincidieron en este momento —la primera década de la existencia de la Escuela el primer número impreso de Bitácora lacaniana y el noveno número de The wannabe, quedando esta última en lugar de la revista virtual de la NEL solo por dos ediciones más. Fue recién en el año 2018 que la revista de acción lacaniana de la NEL, se reinscribió alojando lo nuevo de la experiencia con Factor @, revista de referencia de la Acción Lacaniana en la NEL.

Las publicaciones dan a conocer a sus miembros y a quienes se interesan en el psicoanálisis de orientación lacaniana, los efectos de una experiencia de Escuela en tanto recogen la producción de sus integrantes y ofrecen un espacio de resonancia que permite dar cuenta y avanzar en una formación siempre en movimiento. Es a través de sus publicaciones, que una Escuela socializa y transmite el trabajo que realiza en relación a los ejes de formación propuestos por ella, en todos sus ámbitos:  epistémico, clínico y político. Los tiempos lógicos en el publicar, como acontecimiento o como acto, tienen que ver con la subjetivación de la Escuela por parte de quienes la conforman. Publicar se trata de un ritmo propio que da cuenta de los distintos momentos de “la NEL sujeto”. En el marco de una Escuela de psicoanálisis, estamos advertidos del anudamiento escritura-publicación y es esta última, la que recoge lo que se escribe del deseo de Escuela.[i] Los tiempos lógicos de publicar permiten leer la experiencia de Escuela, tanto en lo Uno como en lo múltiple que la habita.

 



 

* Texto presentado en marco de la Biblioteca de APEL SCZ, “Una conversación en torno a dos revistas de la NEL: Bitácora Lacaniana y Factor a”.  3 de noviembre de 2021.

** Alejandra Hornos, analista en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Miembro de la NEL y la AMP.

[i] Glifos, Revista virtual de la NEL ciudad de México #13 - Escrituras del deseo de Escuela – Editorial por Ángel Sanabria


domingo, 31 de octubre de 2021

Actividad Preparatoria para la Gran Conversación "La Mujer no existe"

 



LA MUJER NO EXISTE Y LA ÉPOCA DEL PSICOANÁLISIS*

 

María Fátima Escobar

Como reza en el argumento de Cristiane Alberti[1], cada dos años, la Asociación mundial de psicoanálisis reúne en un Congreso a sus miembros y a todos a los que el psicoanálisis interesa. Por primera vez, se celebrará bajo la forma de Gran Conversación Virtual Internacional, del 31 de marzo al 3 de abril de 2022. ¿El objetivo?  Apostar por lo mejor de lo virtual, reunirse más allá de las fronteras, más allá de los idiomas. ¿Su título?, “La mujer no existe”.

El texto de Cristiane, nos lleva a hacer un recorrido por los aportes paradigmáticos de Freud y de Lacan, a la cuestión sexuada. De Freud, la lógica binara falo/castrado, y una veta más allá que él mismo Freud abrió, -al tiempo que describía a la mujer como continente oscuro- “¿qué quiere una mujer?”. De Lacan, desde un “no podemos más con el padre”; pasando por el falo es un “semblante”; hasta las fórmulas de la “sexuación”, cuyo clímax es “La mujer no existe”. Un aforismo lacaniano que Alberti quiere alumbrar con los mayores reflectores, para apoyada en él, leer el momento actual.  Un momento –como dice la autora- en el que, por doquier surgen voces de mujeres que rompen un silencio que viene de lejos. Legítimamente proclaman su deseo de igualdad y de libertad, denuncian las injusticias sexistas y las violencias infligidas a las mujeres…” Un momento también, donde las nociones y conceptos de Freud y Lacan, resisten el paso del tiempo y cobran vigencia.

En este contexto de lectura, me encontré preguntándome ¿cuál es la relación del psicoanálisis con su época? O más específicamente ¿cuál es la época del psicoanálisis? Me valdré de una viñeta clínica de mi práctica para acercar un par de respuestas.

 

Primera resonancia

Una mujer de 26 años, dice: “No sé cómo relacionarme con mi padre, no me escucha”. Ante mi pregunta por sus enunciados, trae recuerdos infantiles de este “no me escucha”: Hablar más fuerte que ella, hacer caso omiso de sus reclamos y/o pedidos, dejarla hablando y salir dando un portazo.  ¿Cuál es la época de estos enunciados? Freud comparó el trabajo de un psicoanalista con la labor arqueológica[2], así en una sesión se puede trabajar con formaciones pertenecientes a diferentes épocas, recuerdos, fantasías, episodios, síntomas, etc. Freud mismo observó paradigmáticamente cómo el sujeto neurótico es capaz de responder en una situación actual con elementos de otra época a los que está fijado[3]. El tiempo pasó, pero no el sujeto con él. En esta misma línea, J. Miller[4], nos plantea que lo más nuevo en psicoanálisis es la repetición, una novedad freudiana y por lo visto sin caducidad a la fecha. En consecuencia, una respuesta posible a la pregunta por la época del psicoanálisis, es la que ofrece  M. Murillo[5], los psicoanalistas dice, “Tenemos la sensación de que en cada situación transferencial están en juego para el paciente, para el analista y para el psicoanálisis mismo, formaciones que irremediablemente pertenecen a diferentes épocas”. Esta propuesta, no hace sino abrir otras preguntas: ¿qué es la época?, ¿qué es el tiempo?[6] Y seguramente el lector de estas líneas tendrá otras más.

 

Segunda resonancia

Otra respuesta a la pregunta por la época del psicoanálisis, esta vez articulada con las preguntas provocadoras de Cristiane en su argumento: “¿qué podemos aprender de lo femenino a partir del psicoanálisis?, ¿cuáles son las preguntas, los malestares, los buenos y malos encuentros que llevan a alguien a dirigirse a él? En la era del género fluido que se ha llevado por delante el binario hombre/mujer, ¿cómo orientarse?”.  Vuelvo al malestar dicho de mi paciente: “No sé cómo relacionarme con mi padre, no me escucha”.  La mujer no existe[7], implica que no hay un programa para relacionarse con un padre, esa relación es una por vez y cada vez; lo que vale también para el acto analítico y para el psicoanálisis. La época del psicoanálisis es la época de la inexistencia de La mujer, de ahí su vigencia renovada, y la de un psicoanalista A la altura….

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

* Texto presentado en el espacio de actividades preparatorias para “La gran conversación: La mujer no existe”- En Santa Cruz de la Sierra, el 27 de octubre de 2021.



[1] Alberti, C.; La mujer no existe, disponible en https://www.grandesassisesamp2022.com/es/la-femme-nexiste-pas-2/

[2] Freud, S.; Construcciones en psicoanálisis. En: O.C. Tomo III. Ed. Biblioteca Nueva. España, 1981.

[3] Freud, S.; Inhibición, síntoma y angustia. En: O.C. Tomo III. Ed. Biblioteca Nueva. España, 1981.

[4] Miller, J. El síntoma charlatán, Ed. Paidós. España, 1998, p. 19.

[5] Murillo, M. “¿Qué es la época?”. Ed. Entre Ríos. Argentina, 2018, p. 22. (El subrayado es del autor).

[6] El tiempo en la enseñanza de Lacan tiene una modificación hacia el final de su enseñanza, tal como Miller la transmite en su libro El ultimísimo Lacan, donde alude a la función del tiempo real que afectará al cuerpo del ser hablante, extrayéndolo de toda duración.

[7] Bassols Miquel, en una entrevista realizada por Ángela Molina, disponible en  https://elpais.com/elpais/2016/03/21/eps/1458559714_764015.html,  traduce el aforismo lacaniano, La mujer no existe, del lado femenino, como “que cada mujer debe inventarse a sí misma, que no hay identificación posible a un modelo, menos todavía al modelo de la madre. La lógica fálica, la que suele caer del lado masculino, quiere que un vaso sea un vaso y una mujer sea una mujer, siempre según un concepto previo. Pero precisamente la feminidad es lo que hace que algo pueda ser siempre otra cosa distinta de lo que parece”.


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