jueves, 29 de octubre de 2020

Argumento y Disciplina del comentario en el Seminario de Formación Permanente de APEL "De lo real y la doctrina del goce en la enseñanza de Lacan" 2020


El Argumento: Acerca de "Los seis paradigmas delgoce"   por Alejandra Hornos.

Disciplina del comentario: "Invención y sublimación en el reino del goce" por Maggie Jáuregui 

El Argumento

Acerca de “Los seis paradigmas del goce”
 Por Alejandra HornosMiembro de la NEL y la AMP

 Una vez constituido el grupo asociado a la NEL en Santa Cruz de la Sierra, realizamos anualmente una actividad de formación en lo local: El Seminario de Formación Permanente de APEL-SCZ. Este evento específico, articulado a las Jornadas anuales de APEL, toma el pulso a la formación que dispensa el Grupo Asociado, como lugar en que se forman los analistas de la orientación lacaniana en esta ciudad. Desde entonces y hasta el primer módulo de este año, trabajamos con colegas miembros de la NEL y la AMP en Bolivia, quienes nos transmitieron sus enseñanzas animando nuestro deseo de Escuela.

Es a partir de la invitación cursada por el INES a una de las miembros en Santa Cruz a participar en la disciplina del comentario de su Seminario 2019, que como saldo de dicha experiencia, el Directorio de APEL convino dar al espacio de formación permanente, una rigurosidad que posibilite un trabajo de Escuela.  A estos efectos, se sostuvieron actividades preparatorias articuladas a la agenda mensual de APEL. También se implementó en el programa del SFP una modalidad similar a la del Seminario del Instituto Nueva Escuela. Producto de la experiencia en curso, invitamos a María Hortensia Cárdenas, directora del Centro de Docencia del INES en Lima, quien con una vasta trayectoria en transmisión de una enseñanza y en la vida de Escuela, podrá orientarnos aún mejor en este modo de trabajo que decidimos. Su orientación epistémica, clínica y política será un gran aporte en esta oportunidad. 

A partir de la lectura del argumento de las XI Jornadas de la NEL y la entrevista de Raquel Cors a Eric Laurent sobre “Lo insoportable de la Infancia”-lecturas para la actividad preparatoria a las jornadas en el marco del Seminario de Formación Lacaniana de la NEL - resonó la importancia de trabajar el texto “Los seis paradigmas del Goce” de Jacques Alain Miller. En Reunión Institucional, se decidió en forma animada y unánime, que sería el texto a trabajar para el segundo módulo de nuestro SFP. 

 Este texto es el último de una serie de conferencias dictadas por Miller en EE.UU. que introducen elementos para una lectura de la última enseñanza de Lacan y sus giros conceptuales. Las primeras van elaborando la metamorfosis conceptual de Lacan bajo el primado del goce y es esta última – la de los seis paradigmas dada en Los Ángeles en 1999- la que se constituye en el punto de entrecruzamiento moebiano con las otras (Miller,2000). Será retomada para su minucioso desarrollo en uno de los cursos que Miller dicta en Paris entre 1998 y 1999: “La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica.”  Esto transcurre a finales de siglo XX, un tiempo en que los que asuntos socio-políticos asumidos como resueltos con “el final de la guerra fría, reaparecen en la escena mundial evidenciando tensiones que aún constatamos en los primeros años de este siglo.  También se manifiesta con más fuerza, lo que se había iniciado a partir de los setenta, el avance y expansión de la digitalización y el control de la información. La Revolución científico-tecnológica del siglo XXI está en marcha. Una sociedad tecnocrática, de información y consumo que como efecto genera nuevos síntomas, lo que se constituye en una cuestión clínica crucial exigiendo cada vez más la relectura de la última enseñanza de Lacan.

En relación a la perspectiva del síntoma, Lacan está en los años 70 en un momento similar al de Freud en los años 20, cuando ubicó al síntoma en serie junto a la inhibición y la angustia, como efecto de lo que de él se resiste a la operación significante. De este modo, quedó despejado que el síntoma es un modo de satisfacción. Una “Otra satisfacción” presentada claramente en su texto “Inhibición, síntoma y angustia” e introducida por Lacan en su Seminario XX de la que Miller dirá en El partenaire-síntoma: “es de esa paradoja desde donde Lacan hizo surgir el término goce” (Miller 2008).

Para quienes ofertamos una clínica orientada por la “Otra satisfacción”, no es posible desconocer el lugar que ocupa el goce en la enseñanza de Lacan, por ello es que Miller constituye con sus seis paradigmas del goce, constituye un hito destacado. Ellos son presentados a modo de fotogramas simplificados que intentan recomponer, por efecto de superposición acelerada como   en una sesión de cine, el movimiento que anima la enseñanza de Lacan en relación a la doctrina del goce. Se trata de momentos en los que los conceptos se transforman y se superponen sin ser superados. No implica una evolución o superación en su enseñanza, tampoco el abandono de una posición por otra.  En el curso de la experiencia de lo real, mencionado con anterioridad, dedica los capítulos XIII, XIV y XV -titulados “Paradigmas del goce”, “Las migajas del goce” y “El primado de la práctica” respectivamente- para realizar el desarrollo minucioso de los mismos (Miller 2003).

El recorrido de la doctrina del goce en la obra de Lacan resulta en sus paradigmas. Los dos primeros, la imaginarización y la significantización del goce, se sitúan en los primeros seminarios de Lacan. Es en el Seminario 7, que el goce está fuera de ser simbolizable y pasa a lo real, nombrándose como goce imposible. En el cuarto paradigma, el del goce normalizado, el goce está fragmentado en objetos a, este movimiento se ubica en el Seminario 11.  No se trata de un abismo como en el paradigma anterior, el objeto a es la presencia de un hueco, de un vacío y el acceso al goce es a través del ida y vuelta de la pulsión.

El goce discursivo es el quinto paradigma y su desarrollo está en los Seminarios 16, 17 y en Televisión, se trata de la doble relación primitiva entre significante y goce.  Por un lado, hay una pérdida de goce como efecto del significante; por otro lado, responde a esta pérdida un suplemento que no se articula como forzamiento o transgresión. Se trata del objeto a como suplemento, como plus de goce. La vinculación del goce con la repetición da un nuevo valor al síntoma: repetición de goce. El plus de goce implica dar a gozar y por conservar la falta, la lista de objetos a se alarga más allá de los objetos pulsionales, abarca los objetos de la sublimación, de la industria, de la cultura y, sin embargo, siempre en falta.

El sexto y último paradigma que Miller ubica en el seminario XX, se funda en la no relación y en la disyunción del significante y del significado, del goce y del Otro, del hombre y de la mujer con la fórmula No Hay relación sexual. Los términos que aseguraban la conjunción y aparecían como estructurales e incluso trascendentales: el Otro, el Nombre-del-Padre, el falo, son reducidos a conectores. Pone un límite al concepto de estructura implicada en la idea de la articulación (S1-S2) tomada en el orden de “lo que no cesa de escribirse” (Miller 2000).

Lacan pone en evidencia a lo largo del seminario XX, que todo goce es goce Uno, es decir, goce sin el Otro.  Miller describe las distintas modalidades del goce-Uno como: goce del propio cuerpo; goce fálico; goce de la palabra y goce sublimatorio. El lugar del goce es el propio cuerpo, se goza a través de él.  El goce Uno es real y no se relaciona al Otro.

Miller representa la disyunción mediante dos círculos eulerianos cuya intersección está vacía y podrá ser llenada por distintas suplencias y operadores de conexión, que corresponden a dos grandes registros: La rutina y la invención. Precisa que esta perspectiva tiene como punto de partida no el “No hay relación sexual sino, al contrario, un Hay goce.” El goce será considerado como una propiedad de un cuerpo viviente, de un cuerpo que habla, lo que tendrá consecuencias en la manera de concebir la experiencia analítica (Miller 2003).

Es en esta lógica de la no relación, en la del vacío de la intersección euleriana que se desliza la experiencia de lo real de la cual Lacan se ocupa en su última enseñanza. Miller, estudia detallada y metódicamente las transformaciones en la obra de Lacan, su lectura y transmisión nos aproxima cada vez más a los desfiladeros de la orientación lacaniana a través de los cursos que dicta en Paris desde 1980. Un recorrido no sin una posición analista-analizante, que tuvo y tiene sus efectos en la Escuela que nos convoca y nos signa.  No por azar es que el significante "Escuela Una" será lanzado por Miller por vez primera en ocasión de la Gran conversación de 1998 -llevada a cabo en la víspera de la Asamblea General ordinaria de la AMP el 23 de Julio en Barcelona. “Escuela Una”: un significante destinado a poner un dique a la dispersión sintomática de lo múltiple, reafirmando el Uno disyunto del dos, que hace surgir el lugar de lo real. Un lugar que no es otro que el de la conexión del Uno y el goce (Harari A., 2018). 

 Referencias Bibliográficas

-          Miller, Jacques-Alain, “El partenaire-síntoma”, Buenos Aires-Barcelona- México, Paidós, 2008, pág. 82.

-          Miller, Jacques-Alain, “La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica”. Paidós ediciones, 2003.

-          Miller, Jacques-Alain, “Los seis paradigmas del goce”. En El lenguaje, aparato del goce. Conferencia en Nueva York y cursos en París. Buenos Aires, Colección Diva, 2000.

-          Discurso de asunción de la nueva presidente de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP) - por ANGELINA HARARI – Disponible en: https://www.wapol.org/  


DISCIPLINA DEL COMENTARIO

"Invención y Sublimación 

en el reino del Goce Uno"

Maggie Jáuregui Ortiz, Analista Asociada de APEL-SCZ

“Precisamente (coger) es lo que (el cuerpo hablante) no quiere hacer, a fin de cuentas. La prueba es que, cuando lo dejan solo, sublima todo el tiempo y a todo meter, ve la Belleza, el Bien, sin contar lo Verdadero, y es aún entonces, como acabo de decir, cuando más se acerca al asunto”.

Lacan, J. (1972-1973) Seminario 20. Aún. Buenos Aires. Ed. Paidós. 1992. Pág. 146

 

 
“Sublimar es elevar el objeto a la dignidad de la Cosa” expresa Lacan en el Seminario sobre la Ética del Psicoanálisis, luego de realizar una exhaustiva reflexión sobre el concepto en Freud.
Para Lacan, la sublimación no implica un desvío de la libido a otros objetos valorados socialmente, más bien apuesta a elevar el objeto en lugar de desviar. En vez de alejarse del trato con lo insopor­table (la Cosa, el Das Ding), sublimar es el modo de relacionarse con ello, saber hacer con lo insoportable de ese goce, reconociéndolo en su extimidad. La clave estará entonces en el objeto, en el cambio producido en él, elevarlo, hacerlo bello, hacerlo bueno, para que funcione como objeto de satisfacción desde la operatividad del significante.
 
Cuando Lacan inicia el Seminario 20, da cuenta del lugar secundario que tenía el goce en su enseñanza. "Me percaté de que mi manera de avanzar estaba constituida por algo que pertenecía al orden del no quiero saber nada de eso" (Lacan, J. 1972-1973 pág. 9). Eso de lo que nada se quiere saber es de la sustancia del cuerpo, de un cuerpo que goza.
 
Constata Lacan que, en el seminario de la Ética,  había valorizado el cuerpo mortificado por el significante, un cuerpo vaciado de su dimensión de ser vivo. Es en el Seminario XX que exhorta a priorizarlo: "¿No es esto lo que supone propiamente la experiencia analítica?: la sustancia de cuerpo, a condición de que se defina sólo por lo que se goza. Propiedad del cuerpo viviente, sin duda, pero no sabemos qué es estar vivos, a no ser por esto, que un cuerpo es algo que se goza.” (Lacan, J. 1972-1973 pág. 32).
 
Este es el contexto en que Miller propone el tiempo del “reino del Un Goce”, término nombrado también como “el imperio de la no relación” (Miller 2018 pág. 264) último paradigma de una serie de seis movimientos que transita para orientarnos sobre la doctrina del goce. En este último movimiento, el sexto, subraya Miller que “el goce es fundamentalmente Uno, esto es, prescinde del Otro (…) y así el goce es una dimensión esencial del propio cuerpo” (Miller 2018, pág. 272).
 
Un goce solitario, a veces concentrado en la parte fálica del cuerpo propio y otras gozando de la palabra, ya no como comunicación con el Otro, sino como parloteo, como blablá. Entonces, “el cuerpo puede gozar masturbándose o simplemente hablando” dice Miller (2018, pág. 273) y nos lleva un poco más allá, hacia una más de las pesquisas de Lacan: también el cuerpo goza sublimando en solitario. Entorno a esta figura del goce es que se enlaza el párrafo elegido para este comentario.
 
En la ultimísima enseñanza de Lacan, la sublimación tiene su parangón: el escabel. Del latín scabellum y que según diccionario refiere a “tarima pequeña que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien está sentado” o también “persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar, por lo general ambiciosamente” (Diccionario de la Real Academia Española, 2019).
 
Es un término introducido en el texto “Joyce el Síntoma”. Lacan escribe este texto tensando el lenguaje, lo tuerce como si fuesen las cuerdas y nudos que trabaja en esa época y nos enfrenta con la puesta en acto del rompimiento del sentido. Es una escritura de la invención, de la separación y de la aglomeración de palabras a la vez. Y es ahí que expresa: “Digo esto para hacerme uno, y rebajar así a la esfera, hasta ahora indestronable en su supremo escabello” (Lacan, J. 2012 pág. 592).
 
Con esa escritura que linda con el sinsentido Lacan se ubica del lado de lo real para enfrentar a la esfera, nominación que le da al yo del narcisismo especular, ese yo cerrado en sí mismo que clausura cualquier apertura al inconsciente, entronizado y abocado a proliferar sentido. “Así demuestro que el S.K.bello es primero porque preside a la producción de la esfera” (Lacan, J. 2012 pág. 592) agrega Lacan, dando cuenta de tiempos lógicos distintos entre el yo narcisista y lo que denomina como escabel.   
 
La clínica orientada por lo real, está advertida de dos tiempos lógicos: un tiempo inicial, el de lalengua y otro segundo, del lenguaje. El ser hablante, el parlêtre, es el inconsciente de lalengua, anterior al sujeto del inconsciente estructurado como un lenguaje. El síntoma es la envoltura formal del sinthome, y el cuerpo es la construcción simbólico–imaginaria que se monta sobre el cuerpo hablante.
 
El escabel es del primer tiempo, de ese cuerpo hablante que goza, anterior al cuerpo imaginario en que se despliega el yo. Miller dice que el escabel es “aquello sobre lo que se alza el parlêtre, se sube para ponerse guapo. Es su pedestal, que le permite elevarse, él mismo, a la dignidad de la Cosa (…) traduce de un modo figurado la sublimación freudiana, pero en su entrecruzamiento con el narcisismo” (Miller, 2014).
 
Por tanto, es el nuevo nombre de la sublimación que pone énfasis en el cuerpo hablante, al evento del cuerpo y con él, al goce. “El escabel está condicionado por el hecho de que el hombre tiene un cuerpo, y solo uno, un cuerpo en el que sobrevienen acontecimientos” dice Miller en Piezas Sueltas (2013 pág. 92), enfatizando la relación de adoración al cuerpo, un cuerpo subido en el escabel para “darse importancia y vanagloriarse” (Miller, 2014).
 
En la cita del seminario XX elegida para este comentario lo anuncia Lacan, que el cuerpo hablante sublima a todo dar cuando se lo deja solo, gozando del sentido de lo bello, del bien y lo verdadero. Es entonces la sublimación, pero “fundada en el yo no pienso original del parlêtre” dice Miller (2014) y dando cuenta de su entrecruzamiento con el narcisismo señala que el ser hablante con su escabel “se cree un amo bello”, elevado él mismo a la dignidad de la Cosa (Miller, 2014). Por tanto, el escabel es una redefinición de la sublimación, forjada siempre en el goce de la palabra con sentido que tapa el agujero de lo real.
 
Haría falta que algo del sin sentido pueda permitirse, desbaratar esa sublimación, trabajar en la castración del escabel que se entroniza para no saber del goce opaco del sinthome. El recorrido de un análisis está orientado por el impacto de lalengua sobre el cuerpo, (el troumatisme) y transita hacia lo posible de inventar con las marcas que quedan. “Todos inventamos un truco para llenar el agujero (trou) en lo real” dice Lacan (1973 - 1974 pág.74), y como todo truco, es un artificio que además de habilidades implica también mañas y trampas para hacer algo en eso que produce troumatisme.
 
“Uno inventa lo que puede” insiste Lacan (1973 - 1974 pág.74), pero también dice que no todo se puede, por ese lado de lo que no cambia, lo incurable. Miller expresa que Lacan “radicalizó la noción de que, en un análisis, el saber se inventa, pero también radicalizó el otro sentido, es decir que el sinthome se repite y no se puede con él” (Miller 2011).
 
En fin, Miller lo plantea así: “Analizarse es trabajar en la castración del escabel para revelar el goce opaco del síntoma. Pero hacer el pase es valerse del síntoma, limpiado de este modo, para hacerse con él un escabel, ante los aplausos del grupo analítico” (Miller, 2014). También podría decirse que, la relación del analista con la escuela implica un saber hacer con lo real, inventar con eso donde reina el goce Uno, un escabel que haga lazo con el Otro de la Escuela.
Es decir: El Otro no sin el Uno. (Nombre del Seminario de Formación Lacaniana de la NEL en el 2017)

Referencias bibliográficas


Álvarez, P. (2015). Escabel. Consecuencias. Revista Digital de Psicoanálisis, arte y pensamiento. Ed.
Diccionario de la Real Academia Española. Versión digital. 2019
Lacan, J. (1959 - 1960). Seminario 7. La ética del psicoanálisis. Ed. Paidós. Bs. As. 1991
Lacan, J. (1972-1973) Seminario 20. Aún. Buenos Aires. Ed. Paidós. 1992
Lacan, J. (1973 - 1974). Seminario 21  “Les Non-Dupes Errent o Les Nom Du Pere.Clase 19.2.1974. 
Inédito. PDF
Lacan, J. (1975-1976) Seminario 23. El Sinthome. Buenos Aires. Ed. Paidós. 2006
Lacan, J. (2012). Otros Escritos. Bs. As. Ed. Paidós
Miller, J.A. (2011a) Sutilezas analíticas. Bs. As. Ed. Paid
Miller, J. A. (2011b) El Uno solo. Clase del 15 de junio 2011. Inédito. Establecida y traducida en Freudiana, Revista de la ELP, nº 77-78, Barcelona. 2016.
Miller, J. A. (2013). Piezas Sueltas. Bs. As. Ed. Paidós
Miller, J. A. (2014). El inconsciente y el Cuerpo Hablante. Presentación del X Congreso de la AMP. Río de Janeiro. Disponible en https://www.wapol.org/es/articulos/
Miller, J. A. (2018). La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica. Bs. As. Ed. Paidós

 


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