jueves, 30 de julio de 2020

Trabajos de Escuela de APEL entorno al Seminario de Formación Lacaniana de la NEL. "Lo insoportable de la Infancia". Octava sesión.2020


“Hay Uno”, una escritura posible de lo insoportable de la infancia. Alejandra Hornos

Efectos de formación de una experiencia de trabajo en Escuela. Samantha Rojas. Julio G. Arias Muñoz.


Un trabajo de Escuela hacia la pregunta argumentada a Victoria Horne, analista invitada a la octava sesión del Seminario de Formación Lacaniana de la NEL 

La invitación que hiciera el Comité Ejecutivo de la NEL a una de las miembros en Santa Cruz, para animar el trabajo hacia la pregunta argumentada a Victoria Horne, en la octava sesión del Seminario de Formación Lacaniana de la NEL 2020; fue recibida con gran entusiasmo y disposición. También se sumó a esta propuesta a quienes integran la iniciativa Estudios Psicoanalítico Lacanianos en Oruro. 

Constituidos tres equipos de trabajo -animados por cada una de las miembros de la NEL y la AMP en Santa Cruz- comenzó a bordearse, partiendo del argumento propuesto, el tema de lo insoportable de la infancia. Encuentros quincenales y puestas en común mensuales, resultaron en una elaboración que tejió un saldo de saber – siempre singular- que concluyó en la pregunta argumentada.

El 4 de julio fue el día del encuentro con Victoria Horne y otras dos colegas de la Nel – Elida Ganoza Miembros de la NEL y la AMP en Lima y Mariela Rodriguez, miembro de la NEL y la AMP en la Habana-. Un encuentro al que Victoria Horne, Analista de la Escuela Una, compartió un texto con un sesgo testimonial que situó la angustia como un resto de infancia que aún perdura, pero con el que puede hacer luego de su experiencia de análisis, de otra manera. Un lado vívido y ya no mortífero e inhibitorio.

El pasado miércoles 29 de julio, en Santa Cruz hemos propiciado un espacio –que llevó el título del texto elaborado- para cernir algo de los efectos de formación que arrojó esta experiencia de trabajo en Escuela. Alejandra Hornos y Fabiana Chirino, dos de las tres miembros que animaron los equipos de trabajo, reflexionaron sobre lo vivo de esta experiencia que llama a un miembro en su función “más uno”, provocando y animando el trabajo desde una posición provocada y animada desde lo más propio y singular del gusto y el estilo de cada una. Samantha Rojas y Julio Arias –integrantes de APEL y de EPL, respectivamente- compartieron su experiencia en un preciso y animado texto que dio cuenta de lo que esta experiencia de trabajo dejó como saldo para ellos. 


A continuación, los textos:


“Hay Uno”, una escritura posible de lo insoportable de la infancia* 

Alejandra Hornos 
Miembro de la NEL y la AMP 

A partir de la lectura del argumento de las que serían las XI Jornadas de la NEL, una pregunta formulada en el mismo, nos convocó al trabajo. Una interrogación que ubica las huellas imborrables en el parlêtre, efecto del traumatismo inscrito en el encuentro del cuerpo con lalengua, rastros que el lenguaje no alcanza a nombrar. Se trata de la pregunta por la ex-sistencia en cada psicoanalista, de ese imposible de soportar; de un goce que queda por fuera e insiste en el tiempo. Comprobamos en los análisis ese goce que perdura como insuperable exigencia de lo que fue la sexualidad infantil, recordándonos que éste finalmente no es unificado.

Mencionar que eso imposible de soportar en la infancia ex-siste al psicoanalista, señala su estatuto de parlêtre. Permitie pensar los modos en que ello se articula con los efectos de formación en un análisis; tanto en la respuesta singular acerca de lo que es un analista, como en la orientación de su práctica. Acercarse a lo imposible de soportar en el otro, no es sin haber tocado las propias marcas y tener una idea de las distintas lecturas que el sujeto analista hizo de ellas.

Lo imposible de soportar ex-siste en cada psicoanalista, en tanto señala una ex-sistencia en relación a un agujero en lo simbólico. Agujero, que se diferencia de una falta. Ya no se trata de la falta en el Otro, del señalamiento de un lugar, sino de su desaparición. La letra que le ex-siste, es el resto de ese hundimiento.[i] El guión con que Lacan escribe ex-sistencia, señala el nivel que prescinde del sentido y resalta el lugar de la letra en tanto real. Esta ex-sistencia, va de suyo con ese gusto que el analista tiene por alcanzar lo real, ese de “reducir al Otro a su real y liberarlo de sentido.”[ii] 


Miller señala en “El Ser y el Uno” que cuando el Otro no existe, lo que sí existe es el Uno del significante[iii], “es la marca originaria a partir de la cual contamos según la serie”[iv]. Lo real del uno es formulado por Lacan en su seminario “…o peor” con el axioma “Hay Uno”, pasando así del “no hay relación sexual” al “hay de lo Uno”. Partiendo del S1 como letra introduce una reformulación del inconsciente que nada tiene que ver con el saber del sentido y la verdad mentirosa, de esta manera el goce opaco al sentido, se inscribe como correlato al significante Uno, al significante rígido.[v] 

En este desarrollo pudimos ubicar, que “Lo Insoportable de la infancia” resuena con el “Hay Uno”, este Uno-solo sin ley como significante que permanece solo, que no se encadena con un S2 y que itera con su correlato de Goce opaco. Puede pensarse entonces, el Hay Uno como una escritura posible de lo insoportable de la infancia en relación a las marcas imborrables que deja en el parlêtre el traumatismo con su referente fundamental en el goce pulsional y la iteración del Uno.

Victoria Horne en su testimonio “Levantar vuelo”[vi], ubica a sus tres años, un primer recuerdo de infancia en relación al nacimiento de su hermana. Luego, a sus cuatro años, aplastará la mano de la pequeña en el respaldo del asiento con “goce celoso”, dirá. El llanto de la hermana desencadena un gesto del padre que Victoria no ve venir, la detiene, “la para en seco” y ella siente de pronto, el rechazo del padre que era todo amor. Enojo, vergüenza y la pregunta insidiosa comienza a esbozarse: “pero ¿quién te creés que sos?”. Impacto en el cuerpo que dibuja los primeros signos ínfimos del programa de goce.[vii]

Descubrir cómo se escribió la neurosis infantil bajo transferencia, posibilitó a Victoria su lectura y disolución. Ubicando el goce opaco a partir de la coloración fóbica en su neurosis infantil, en la que solo podía hacer sintiéndose forzada -no sin angustia y miedo al ridículo-, da cuenta en este testimonio de un recorrido en que se constata la caída de la identificación narcisista al falo y el consentimiento a la castración del Otro con su no – todo. Ubica su solución sintomática en “no toda analista, no toda mujer, madre, hermana mayor, argentina, francesa, sensata… No toda Una.” Encuentra una solución ya no infantil, sino del lado de lo femenino; sin embargo -como dan cuenta varios analistas en Lacaniana #26, en el acápite de en “Lo imperecedero”- algo de lo infantil permanece antes, durante y después de un análisis. Algo de lo infantil no es eliminable, “perdura pero no comanda”, advierte Marina Recalde en su texto en la revista citada. [viii]

En esta elaboración que hemos compartido en relación a la pregunta por la ex-sistencia en cada psicoanalista de ese imposible de soportar, la pregunta a Victoria es acerca de qué es lo que perdura de lo infantil en Victoria Horne, eso que ex–siste en la analista/analizante, en su gusto, en su estilo y también en relación a la vida de Escuela.

Notas: 

[i] Argumento de las XI Jornadas de la NEL, “Lo insoportable de la infancia” 
[ii] Entrevista realizada por Raquel Cors a Erik Laurent en el contexto de actividades preparatorias para el XI Jornadas de la NEL 
[iii] Miller, Jacques-Alain. El lugar y el lazo, Curso de la Orientación Lacaniana. Paidós, Buenos Aires, 2013, Clase 6-6-2001. 
[iv] Miller J-A., Presentación Tema IX Congreso AMP, Wapol.org – Buenos Aires 2012 
Disponible en: http://www.congresamp2014.com/es/template.php?file=Textos/Presentation-du- theme_Jacques-Alain-Miller.html
[v] Miller, J.-A. El ser y el Uno. Clase del 16 de marzo. Séptima sesión del Curso 2011. 
[vi] Ídem P 79. 
[vii] Ídem P 84. 
[viii] Horne Reinoso, Victoria. “Levantar vuelo”. Testimonio de pase presentado en XXVIII Jornadas Anuales De la EOL, 2019 (Inédito). 
[ix] Ídem (Inédito). 
[x] Recalde, Marina. “Lo que perdura”. En Revista Lacaniana de Psicoanálisis: El factor infantil. Año XIV, Número 26, junio 2019. 

*Texto escrito por Alejandra Hornos, quien recoge parte de las elaboraciones resultantes del trabajo de investigación realizado en la Asociación Psicoanalítica de Estudios Lacanianos en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia; para la octava sesión del Seminario de Formación Lacaniana de la NEL - 2020. 

Integrantes de los equipos de Investigación 

Miembros de la NEL y la AMP en Santa Cruz:
Asociados de APEL Santa Cruz: Maggie Jauregui, Teresita Díaz, Samantha Rojas, Evelyn Schejtman, Raúl Arancibia, María Fátima Escobar, Judith Serrano. 
Iniciativa Oruro: Isaac Nuñez, Arianne León, Lesly Rodriguez, Julio G. Arias, Ernesto Chivi, Ana Gabriela Fortum. 
Amigos APEL SCZ: Dayana Delgado, Alejandro Ovando. 



Experiencia de Trabajo

Samantha Rojas

Asociada de APEL-SCZ



En la “Noche de carteles” del pasado 22 de julio en APEL, Fabiana Chirino en su pregunta argumentada hizo referencia al “rasgón” que Miller señala en “El lugar y el lazo”. Un rasgón, a modo de un desgarro en el saber, que invita a la elaboración propia. A partir de este significante, en la conversación, se hilaron una serie de asociaciones que en mi opinión, articula aquello de la episteme que toca el cuerpo de un cartelizante. En ese sentido, el cartel como una de las piernas de la Escuela, se torna en toda una experiencia de Escuela.

Mi experiencia en el trabajo para la formulación de la pregunta argumentada para Victoria
Horne en relación al título de las jornadas: Lo insoportable de la infancia y uno de sus testimonios de Pase, fue vivificante. En el equipo donde participé la lectura de testimonios de Pase me conmovió. Cada analista en su testimonio da cuenta de aquello que en la infancia se organiza de tal forma que un circuito de goce y relación al Otro se instala. Eso transversaliza toda una vida. Producto de un análisis es poder seguir la pista de eso para al final, como muchos Pases dan cuenta, poder hacer un movimiento que pacifica, que no quiere decir que elimina lo ya instalado. 

Esa lectura realizada me refirió a lo propio. A mi trabajo de búsqueda de la pista, de la valentía de hacer un movimiento. Parafraseando a Marina Recalde, lo que perdura: antes, durante y después de un análisis es un desconcierto que permite asir lo insoportable de la infancia como lo insoportable de cada uno, mi insoportable.

Por último, la lectura en el equipo de trabajo, del texto Política del pase e identificación desegregativa de Laurent, me permitió un acercamiento a la política de la Escuela. Que entiendo, muy dispersamente, es una política orientada por lo real, el goce, lo Uno y lo singular.


Una experiencia de trabajo en escuela

Julio G. Arias Muñoz
EPL- Oruro


La invitación de APEL a trabajar en equipos, rumbo a la pregunta argumentada para el octavo encuentro del Seminario de Formación Lacaniana con Victoria Horne, fue algo novedosa para mi persona ya que es una experiencia diferente de trabajo, donde lo singular de uno entra en juego. El sostener los encuentros de trabajo no va por la lógica del Otro que demanda, no te llaman lista controlando si uno asiste o no a los encuentros, tampoco es una obligación al comentario en estos espacios o que te hagas cargo de guiar o puntuar una lectura en una reunión a partir de la cual se orienta el trabajo. 

Gracias a esta experiencia logré ubicar que cada uno con su momento y con sus tiempos, se
sostiene. En ese punto, viene la idea de que es una experiencia de trabajo de escuela ya que cada uno, desde su singularidad, sostiene su posición de querer trabajar. En mi caso fue vivificante llegando a tocar algo del cuerpo, una satisfacción de un orden diferente a las otras. Esto se produce al encontrar que no hay un Otro que lo sabe todo, que el trabajo de escuela está animado por un agujero, por un no saber que invita a trabajar. Cada uno desde su comentario sobre el texto a trabajar, si se anima a tomar la palabra y comentar, en este punto aparece lo novedoso que entra en juego para mí. En mi situación al comienzo no comentaba, esperaba que los demás pusieran palabra y me quedaba con mis comentarios o preguntas solo para mí. De a poco me fui animando, primero a comentar y preguntar en el grupo de trabajo y posteriormente hasta hacerme cargo del punteo de un texto, en ese momento no me daba cuenta que esa fue una decisión propia, que ahí el Otro no tiene nada ver. 

Apareció un animarse a dar paso a esta satisfacción diferente que produce el psicoanálisis en mí, y ahí me viene a la mente la última parte del texto de los paradigmas del goce. En el paradigma seis - el de la no relación- donde Miller plantea retomando al Lacan del seminario veinte, que la sublimación no tiene que ver con el Otro. Hay otra versión de la sublimación del goce Uno y es donde ella encuentra su verdadero fundamento. Se trata de otra forma de sublimación del goce Uno, que aparentemente hace presencia en mi experiencia de trabajo en la Escuela, desde lo Uno no para el Otro, pero no sin él.

“Lacan llega a implicar allí la sublimación y darnos una versión de la sublimación que no implica al Otro…. Sino como que es la salida propia de la palabra de goce, de la palabra solitaria… goce Uno la sublimación encuentre su verdadero fundamento”1

A partir de lo mencionado anteriormente, la pregunta que nace es ¿La escritura es una manera de sublimar desde el goce Uno? 

Nota

1 J.A Miller 2000 Pág. 178 “Los seis paradigmas del goce” Revista Freudiana Nro 29






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